El 19 de noviembre de 1990 muere en San Miguel (Pcia. De Buenos Aires)
el poeta Alfredo Martino. Lo está velando el aire en los bodegones. La lluvia
grita entre las hojas de su higuera.
Gracias por la colaboración con fotocopias y amistad-compromiso con la literatura local, al escritor Daniel Godoy.
CARTA A
ALFREDO, de Nora Nani
Vengo del hospital. Allí estabas
como un Cristo del surrealismo crucificado por sondas.
Por eso, esto no va a ser un
prólogo. Va a ser una carta, carta desde la agonía, devenir del recuerdo… Y no
sé si tiene sentido que nos hayamos apurado tanto, no sé si tiene sentido esta
lucha que emprendimos para que tu libro sea una realidad palpable, el hijo más
numeroso, la forma perdurable de la alegría. No sé si tienen sentido tanto
detractor disfrazado de hermano, tanto oficialismo de espaldas, tanta luz que
te negaron cuando los días eran opacos y la verdad se cifraba en este libro, la
manera de estar para siempre, la fe que te ponía los ojos de ángel y de
esperanza.
Alfredo, nadie más que vos entendió
la soledad, el ancho mundo que te habitaba, esa forma perfecta de necesitarnos
sin que mediara el grito. Nadie como vos supo del acuerdo silencioso y de esa
puerta del alma que se abría para acobijarnos.
Hago memoria… Veo tu figura flaca
alzada en el poema, tu voz llenando socavones de humo, esa estatura tuya de
lompas arrugados y de sonetos estrelleros… Recuerdo que antes de conocerte
conocí el canto que te nacía y que se hacía carne en los otros hombres. Algo
como un milagro. La poesía puesta para el gozo con la utilidad de un pan o de
la sangre generosa. Me creció la urgencia por verte. Y supe del largo vino
tendido, del verbo luminoso, del poeta que escribía con palotes y erguía la
palabra hasta que se hiciera fruto en todos los corazones. ¡Maravilla de
intelectuala boba! Buscar influencias, lecturas, escombros, y comprender que
jamás habías leído algo, que la poesía era un don misterioso, un milagro
dictado al oído, una certeza de vida sin pausa y sin retorno…
En esa vida irrumpí de golpe. Me
incorporaste al duende desusado de tus horas. Me aceptaste y crecí en la
amistad con el júbilo del deslumbramiento. Yo venía de errar los [centr****] de
echar golondrinas al cielo gastado de mi sangre. Por eso en tu infinita ternura
de tu espacio, fue mi lágrima una constante marginal y sola: la gota en un pañuelo,
la factura final que me guardabas, esa María Alejandra con destino de puertos
bajo la luna roja de sus venas.
¡Cómo penetrabas al centro de todos
los personajes! ¡Cómo desnudabas sus sueños de más adentro, qué saliva de astro
te hacia reconocer la luz y exponerla hasta que la sombra quebrara sus faldas
en la fuga del vértigo!
Y ahora, de vuelta del hospital,
enfrentada a este prologo que urge, a este momento en el cual debería hablar de
tu obra porque al fin y al cabo la recopilé, soy responsable de la implosión y
de la llegada, porque debería explicar tu asombro con el paisaje, el niño que
te guardaba los sueños, tu forma de amar a Dios sin sectas, tu entrega a la
lucha sin partidismos, tu ofrenda al hombre desde el canto, ahora ni siquiera
sé decirle al lector que alerte los oídos del alma, que penetre en silencio
cada página, que de allí se alzara un Quijote estremecido y podrán oír tu voz
diciendo el poema, imaginarme cigarrillo cortito y gesto largo, magia
cotidiana, poeta oral que reconoció el pueblo desde su raíz más honda.
Pero las palabras no me alcanzan.
Solo tus ojos, el dialogo mudo, tu mano agotando despedidas imposibles. Solo
decirte que tenés que estar, que ya no puedo con el miedo, que no tenés derecho
a jugar este Cristo de cama pobre, que el amor pasa por infinitas instancias, y
que este libro es el esfuerzo vigente de todos los corazones para que estés de
pie entre nosotros. Definitivamente vivo. Con la eternidad ceñida a tu
presencia de pájaro fabuloso. Cantando, como siempre.
Nora Nani.
AUTORRETRATO
¿Tú sabes que estás flaco como un mimbre
y amarillo como una calabaza?
Tú necesitas más el pan que las gardenias,
que las musas y las flautas…
Quieres buscar las ubres de la zorra
en los mismos colmillos de los lobos
cuando aúllan las lunas y las faunas.
Oh filósofo,
ya piensan otros aires las rutinas
y caminan las ruedas y los hombres
y es grito ya el silencio de ayer noche.
¿O es que no has visto tú la última estrella
que vino de overol hasta tu silla?
Guardate ya en tu verso en el bolsillo
y camina, camina…
-Cómo
está lejos el pueblo de mi madre
con sus aleros rojos como guindas
y su verde pañal de hierba y siembra
extendido por toda la campiña…
Guárdate ya tu verso en el bolsillo
y camina, camina,
que el sol te dé en la nuca y en los huesos
y puedas ver la luz que no transitas.
Vamos, que no hay bostezo en la cantina
y estás más ojeroso que otras noches.
Diría que la muerte
te camina.
-Cómo está lejos el pueblo de mi madre
con sus aleros rojos como guindas
y su verde pañal de hierba y siembra
extendido por toda la campiña…
Guárdate ya tu verso en el bolsillo
y camina, vamos, vamos, camina, camina…
HERMANA SOLEDAD
Que me junte las cosas y me vaya,
que le ponga la llave a las ranuras
donde se meten grillos por las tardes
y andan entre mis botas musicando
las fábulas de nadie,
que me junte las cosas y me vaya
ahora que empiezan a alargar los días
y crecen mariposas en el aire…
Hermana soledad, no me hagas caso,
yo no he pensado en querer dejarte,
sólo que cuando prenden las llanuras
se me mete la vida por la sangre.
Tal vez un día, to no digo cuándo,
pero será difícil olvidarte…
Ponle tú los cerrojos a las puertas
y vamos juntos a caminar la tarde.
Que me junte las cosas y me vaya
ahora que empiezan a largar los días…
No, hermana soledad. Voy a quedarme.
Jose Di Salvo - Hermana soledad. autores: Alfredo “Nene” Martino y Carlos Castro
POEMA CON MI SANGRE
Ya tengo mi sangre cuestionada.
Incoloro, su origen tambalea,
y del atardecer a la alborada
una esfinge de trazos me rodea.
Mi esqueleto de gasa me plantea
de la brisa a la rambla huracanada
y al igual que una hoja me voltea…
Todo es un rito, un campanario suelto,
teñido de un badajo de la nada.
Guardaré mi epitafio en las venas
pues ya tengo mi sangre cuestionada.
UNA CHICA ACUARIO
Era un chica acuario
que juntaba hechizos por las plazas,
que esperaba el sol en los canterios
y se olvidaba de volver a casa.
Tenía unos padres lánguidos
con una florería en la terraza.
Llevaba un libro diario
con todos los secretos de su horario
y un oso de aserrín
que le cantaba un arrorró precario.
Un día la encontraron
de entrecasa
con una sobredosis de inventario,
enganchada a un ritual de fantasía
en un lunes que andaba rutinario.
LA CASA DE MI MADRE
Cuando vuelvo a la casa de mi madre,
a sus cobijas blandas
y sus sábanas limpias,
a su rosa de octubre
y su leño de junio,
me parece lo andado
un poco de infortunio,
aunque haya caminado
los caminos del mundo.
Cuando vuelvo a la casa de mi madre,
a su pan, a su pascua y su siesta callada,
siento el niño que busca las cosas olvidadas.
Y es apenas una casa
donde viven los cuentos,
donde cuelgan los tilos
los panales mieleros
y el viento se perfuma
con la albahaca del huerto.
Y es apenas una casa
con mi madre viviendo.
LAS COSAS DE MI MADRE
Sabes, madre,
quiero volver a restaurar tus cosas:
tus violetas de abril,
tu anecdotario,
aquellos, los hinojos de tu huerta,
y el sosegado cielo de tu horario.
Ya no iré por el tren del mediodía,
colgaré mi bolsón
en tu respaldo,
y en el diáfano agreste de tus días
haré
lo que no pueden
ya tus manos.
Alfredo “Nene” Martino
GENIAL, ABSOLUTO, LO MAXIMO!
ResponderBorrar"Guardaré mi epitafio en las venas
Borrarpues ya tengo mi sangre cuestionada."
Gracias Stella.
Que emocionante recuerdo, el"nene" fue un artista como pocos, el mas grande que conocí. Creo que trabajaba de mozo para comprender mas el alma de la gente. Guardo su libro como un tesoro. Junto a Nora Nani, recorríamos las noches de San Miguel y el premio era encontrarlo. Cuanto lo queríamos, cuanto nos emocionaba!!!!!
ResponderBorrarHola , que tal ?
ResponderBorrarQuien es el creador de esta página?
Gracias por recordar a nuestro querido Nene.
Los abraza atentamente ...
Sus Familiares .
CLO o Claudia Migliore, cuando guste le cuento, encantada. bosque777@hotmail.com
Borrarclaudiamigliorepaz@gmail.com
El "Nene Martino"...Era un milagro, el artista inmenso de San Miguel, ese ser tan fácil de amar. Me emociona recordar cada noche: Cuando lo descubrimos en las canciones de músicos de la zona, y cuando junto a Nora Nani, lo fuimos a buscar y lo conocimos y ya nunca salió de nuestras vidas. Gracias a quien hizo ésta página y gracias Daniel Godoy por el recuerdo (supongo que es obra tuya)
ResponderBorrarAbrazo de Poesía Mabel.
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