Olga Beatriz Venditto - Su legado presente y amable, desde las voces...

                                                 Olga Beatriz Venditto     1932-2024

Nace en 1932 en Bella Vista. Egresa del conservatorio de música y arte Escénico como Profesora de Piano y Canto.

Colaboró con cuentos y poemas en distintos medios y revistas de la zona. 
   Con el profesor Humberto Rivas comienzó a corregir su primer libro: “Los Límites Secretos”, que presenta en 1986. En 1993 presenta “Ahora que me acuerdo”, libro de cuentos para adultos, con gran aceptación de los lectores. A raíz de ese libro La Nación le dedica una página el 26/8/1994 bajo el título de “Olga Venditto con Todas las Letras”.
   En 1994-1995 presenta “Brevíssimo, Ma Non Troppo”, a través de Ediciones Círculo XXI, Asociación de escritores y lectores, ciudad de San Miguel, Partido de General Sarmiento...https://literariasriodelareconquista.blogspot.com/search?q=olga

 
La no presencia.

Cuando la noche no siempre

trae ruidos familiares.

Cuando las tardes de tormenta

Apresuran los recaudos.

Cuando un olvido recrimina lo acordado.

                                                     Poema  La no presencia de Olga Venditto

                                                  

Cuando me enteré de la muerte de Olga Venditto, sentí un golpe – quizás no como el de Vallejo – pero fue un golpe. Había partido mi “Profe” de taller, aquella que me inicio en la escritura tallerísta, en el comienzo del que partieron muchos autores. Me cayeron de golpe el recuerdo de todos esos momentos en las reuniones de “la” biblioteca y luego en su casa; en su llegada en remís; en su andar que se detenía para saludar a cuantos la cruzaban… 

Recuerdo más aún su voz tan particular, firme, pero dulce, calmada, siempre y poniendo paños fríos y decisivos ante los debates que surgían; muy coqueta, en el mejor sentido de la palabra, con sus miradas alegres y divertidas saboreando la reunión. La primera clase fue la presentación del nombre del taller de narrativa: “Jitanjáfora”, cada tanto contaba que siempre había sido su sueño crearlo en la biblioteca Munzón, de Bella Vista – que, si no me equivoco, ella ayudó a fundar – para disfrutarlo con sus alumnos.  Allí, muchos, empezamos a escribir en forma regular. Teníamos un rato de lectura, con los textos que ella proponía y luego “¿A ver que escribieron?”.  

Vienen a mi memoria algunos de sus dichos “Ojo con el gerundio, si es posible, no lo usen”, “Nunca palabras terminas en mente” (No sé si era tan así, pero que uno se convertía en receptor de cierta mirada cuando aparecía el adverbio, se convertía). También existió una maravillosa vez, luego de varias clases, en que ella dijo estas preciosas palabras, que realmente le agradezco, me señaló con la mirada y mis páginas escritas en la mano apenas terminadas de leer: “Así es como nace un escritor” ... 

En esos años, Olga ayudó a muchos a publicar sus textos, algunos en la revista de la misma biblioteca, o participando en Los libros de talleres, de la Editorial Dunken, con la cual más tarde publicamos, coordinados por ella, dos antologías una: “CUENTOS EN JITANJÁFORA”, y la otra: “SUSURROS DE CIELO Y DE INFIERNO”. El primero, con la gestión de uno de sus alumnos, escritor y poeta, Jorge Gardeano, fue declarado de interés municipal.  

Olga, maestra de escritores, fue una mujer de profunda entrega a la literatura, al apoyo de sus discípulos, solidaria con sus conocimientos y amabilísima con los que iniciábamos nuestros ilegibles garabatos, hasta que le diésemos forma.  

Seguramente Dios, tiene un lugar especial para este tipo de personas, uno con papel blanco y lleno de libros, uno escrito solo para ellas… 

Que descanses en paz mi muy querida “Profe”.  

 Raúl Ariel Angeles 


Es sencillo. Conocí a Olga en el Colegio Nacional, era de la Cooperadora. Una de sus hijas, creo que Mónica, estudiaba en un curso anterior. Varios años después, durante el gobierno militar, fue protagonista de la campaña "Quiero a mi Colegio" para la compra del edificio histórico y evitar el cierre de una institución tan importante ya en aquellos años. Una experiencia única de servicio educativo que abarca desde el jardín hasta el profesorado.

Luego, durante el gobierno del Dr Alfonsín fue parte esencial de la organización del Programa Alimentario Nacional, tenía un compromiso impresionante con las necedades de las personas más marginadas, en especial, las mujeres. Ahí, durante ese tiempo, se revela como una cuentista excepcional. Sus trabajos reflejan los problemas sociales con un estilo espontáneo y para nada panfletario. Cuando sobreviene el neoconservadurismo en los noventa, su compromiso literario y político es muy claro. Después de todo eso, en sus últimos años, su actividad literaria fue muy importante, sobre todo, orientando talleres de gran nivel.

Luis Carlos Aguirre


Confieso que fui tocada por la magia de haberla conocido.

Su taller, era como levitar. Olga ,un ser generoso, que inducia  a la libertad de la creación .nos conectaba con autores para que exploráramos las aguas frescas de nuestro aljibe interior, hasta sorprendernos ,como si de otro, fuera la voz, pero ella ,imperturbable, sabia de su docencia..

Teresa Dopazo  


Sabíamos que iba a llegar este día pero igual cuesta soltarte querida Tía Olga.
Fuiste un gran ejemplo de resiliencia, de vivir la vida con alegría a pesar de los golpes.
Siempre me sentí muy cerca tuyo y eso que hacia un rato que la distancia nos mezquinaba momentos.
De chiquita me parecía simpático que estacionabas el auto en la entrada del garaje de nuestra casa sobre Sarmiento...  y ya desde que le ponías la llave venias hablando hasta la puerta. Cuando alguien te atendía el timbre respondías con tu frase personal: soy la tia Olga.
Lo mismo en un cumple en el que había muchos de mis amigos que no conocías y te presentabas con tu: soy la tía Olga!
Tengo muchas anécdotas porque siempre fuiste muy personaje. Una vez te quedaste a dormir en mi departamento en capital, y cuando llamo mi amigo Dani para saludarme, vos pensando que era mi hermano Horacio, le contaste todo tu día... como no pudo interrumpirte para decirte que no era Horacio, decidió prestarte el oído hasta que termino el relato y la llamada. Los domingos al mediodía te venias a lo de mis viejos en remís, siempre con facturas para la tarde y algún regalo si había habido algún cumple.  Siempre coqueta también, como te gustaba a vos. Y después de comer, cuando a todos les pintaba la siesta, vos te acomodabas en algún rincón para leer el diario, comentando tus opiniones por si alguien las escuchaba. Cuando empecé con los viajes al teatro, no solo que venias a todos, sino que me copiabas los teléfonos de tu agenda para que yo llamara y ofreciera mis servicios. Además a la vuelta siempre compartías tu mirada de la obra que ayudaba a entender lo que no se veía a simple vista.
Tenías un espíritu inquieto, un análisis agudo y nunca era aburrido hablar de cualquier cosa.
Admiro la fortaleza y empuje de tu paso por la vida, sorteando los golpes y traspiés que te toco atravesar pero sobre todo Tu alegría que queda grabada a fuego en mi corazón.

Florencia Venditto





Abu Olga
Que agradecida estoy de que hayas sido mi abuela, me malcriaste como nadie y me enseñaste muchas cosas. No me olvido tus expresiones y tu sonrisa tan característica. Cuando era chiquita no veía la hora que llegarás de Bs As, el día que sabía que llegabas de viaje se sentía un día hermoso, lleno de motivación y entusiasmo. Que venga la abuela era ir al cine, jugar a esconderle los pañuelos, comer comida rica, comprar algún chiche de la tienda, que nos cuentes tus cuentos a la hora de dormir, que hagas el canto del Sh, que me generaba tranquilidad y hacía que me baje el sueño. Que venga la abuela Olga de visita, era escuchar una y otra vez cómo fue el día que nací, escuchar sus historias súper interesantes, viajar a las salinas a regalar anteojos de sol a la gente que trabajaba allá para contribuir a proteger la vista de los trabajadores.
Siempre comiendo algo rico y tomando un vinito. Amante de las fotos, que sacabas minuto a minuto, después las revelabas y en la mayoría aparecían tus dedos jaja. Siempre coqueta, ya no te acordabas de mucho, pero nunca te falto el pulso para pintarte los labios a la perfección.
En tus últimos días y junto al tío Marce me vinieron a enseñar que estamos de paso y es corto el camino. Que hay que vivirla... siempre vas a estar en mi.













Compilación en blo Clo Cloqui Migliore


Fuentes:

https://www.facebook.com/olgabeatriz.venditto

https://www.facebook.com/photo/?fbid=937080611792031&set=pb.100064703017889.-2207520000&locale=es_ES

https://literariasriodelareconquista.blogspot.com/



 

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